lunes, 29 de abril de 2013


Una nueva etapa se despierta y, mirando el tiempo naciente, nos planteamos sueños y deseos de un mundo de oportunidades para cada uno de nuestros pequeños.
¿Cuánto podremos realizar? ¿Qué deseos pondremos en marcha a partir del primer encuentro?
Para muchos niños, el Jardín es la experiencia fundante de un modo de vivir donde es posible soñar, transitar creativamente, proyectar un futuro no violento... Es una forma de ver la vida diferente. El Jardín es tiempo de saber vivir y sentir que el otro es parte fundamental de nuestra vida, y que "el grupo" es el lugar donde cada uno se expresa, crea y crece.
Sabemos y sentimos el valor de lo grupal, del estar juntos y del ayudarnos como un modo natural de armar redes; eso es lo que nos comienza a sorprender.
Nos encontramos para tomar coraje, enfrentar la dificultad, validar la capacidad del otro, sumar nuestro talento a un proyecto común y sostener al que decae, con la utopía de ver no solo los ladrillos sueltos del individualismo sino ser capaces de ver el gran edificio construido entre todos.
En un festival de títeres, Sergio Rower, un gran titiritero, regaló un texto maravilloso: "UBUNTU". 
Hoy podemos considerarlo una "bandera" para este nuevo inicio:
UBUNTU, en la cultura Xhosa, significa: "Yo soy porque nosotros somos".
Un antropólogo propuso un juego a los niños de una tribu africana. Puso una canasta llena de frutas cerca de un árbol y les dijo a los niños que aquel que llegara primero ganaría todas las frutas.
Cuando dio la señal para que corrieran, todos los niños se tomaron de las manos y corrieron juntos; después se sentaron a disfrutar del premio.
Cuando él les preguntó por qué habían corrido así si uno solo podía ganar todas las frutas, le respondieron: "UBUNTU".
¿Cómo uno de nosotros podría estar feliz si todos los demás están tristes?

Por los tiempos que vienen, por la esperanza como bandera, por nuestros niños y niñas: ¡UBUNTU para todos! ¡Muy Feliz Año!